El nombramiento de don Alejandro Molowny como director insular responsable de residuos viene a dejar más o menos claro cuáles son las intenciones del nuevo-viejo grupo de gobierno del Cabildo de Tenerife, el mismo hombre al que Valbuena elevó a estas responsabilidades en 2015 defenestrando al que fuera redactor del PTEOR, que desde entonces ha ido a parar a un cajón desconocido de la mano de estos personajes.

La legislatura que termina, también de la mano del PSOE, al señor Molowny se le defenestró y se puso al frente, como jefe de servicio, a Humberto Gutiérrez que de este asunto sabía mas bien poco (no por nada sino porque nunca había estado en el asunto sino en temas de emergencias y demás) y se plantó con un intento de incineradora al que no llamaba incineración porque no debía enterarse mucho de que la pirólisis, el plasma o la gasificación para la Unión Europea se llama incinerar. Todo fue un fracaso y una absurda pérdida de tiempo que nos ha dejado donde mismo estábamos hace 20 años.

Pero lo peor es que no hay plan, a nosotros el plan del 2009 no es que nos encantara ni mucho menos, pero había unos objetivos. A la llegada de Valbuena y Molowny en 2015 todo el trabajo que se había desarrollado (no lo hicieron ellos y esas cosas que pasan) pues se tiró a la basura y se inventaron un rollo de residuos cero en Tenerife en 10 años. La cosa es que estamos a dos de la fecha mágica y estamos enterrando más que nunca, con cero reducción y cifras de reciclaje vergonzosas. Baste ver, o escuchar, en este sentido las cifras que dio el señor Molowny en su esperpéntica ponencia en lo que ellos llamaron congreso internacional sobre gestión de residuos que coinciden casi exactamente con los números que pusimos sobre la mesa hace unos días sobre el estado de reciclaje de residuos en Canarias, en respuesta a la propaganda Ecoembes.

Pues así estábamos en 2015, hoy estamos peor porque la generación de residuos se ha vuelto a acelerar y las políticas de todo para Arico siguen igual, con el PTEOR muerto y enterrado y sin alternativa. Y les adelanto cómo estaremos en cuatro años: igual o peor y Europa (si no es que estos gobiernos nuevos no terminan quitando de la UE) cayéndonos arriba con más sanciones. Como con las aguas residuales vamos.

Y es que no es una cuestión de personas, es una cuestión de planificación y de políticas diferentes y el nombramiento del señor Molowny indica que cambios cero, retraso, apatía y propaganda la que le quieras echar.

jjafonso