¿Cómo podíamos saber que los de la ‘emergencia climática’ nos iban a traer más piche?

La cosa era complicada, se les vió el plumero desde el minuto cero pero la cosa era complicada de adivinar antes de las elecciones básicamente porque en ningún programa electoral se pudo encontrar nada semejante. Bueno, en el del PePe supongo y en el de Ciudadanos (y el de VOX vaya usted a saber), que lo decían claramente: «Vía exterior sí«. Otra cosa es que el Arriaga sacó dos consejeros en el Cabildo, de los cerca de treinta o así, y tampoco cabía esperar que ni con el cargo de jefe de la movilidad pudiera hacer lo que le diera la gana y menos con el necesario voto de Podemos para sostener eso. No, no era fácil imaginarse el asunto cuando la progresía seria, esa que se cree alguna de las cosas que dice, está echando a patadas a los coches de las ciudades en media Europa. O en toda Europa, mejor dicho, y el que no se lo crea que mire para la Colau en Barcelona emperretada en echar a 120.000 coches de la ciudad con el objetivo de que menos del 20% de la movilidad se lleve a cabo en vehículo privado ¡en Cataluña que basa buena parte de su economía en fabricar coches que aquí no sabemos ni qué es eso! cuando nosotros debemos estar entre el 80 y el 90% sin la más mínima duda.

Los constructores están que no se lo creen, como es lógico, y los vendedores de coches que son el verdadero lobby de presión política aquí hasta el punto que somos potencia mundial en coches por habitante, nos aproximamos al coche por barba cuando en Israel hay entre tres y cuatro personas por coche; pues siguen disfrutando de una situación única desde el momento que hay muy pocos lugares en el mundo, poquísimos ya hoy en día, donde el principal sueño de un jóven de 16 o 17 años sea sacar el permiso de conducir y comprarse un coche. Eso es único, tristemente, mientras cualquier joven europeo habitualmente sueña con viajar, aprender idiomas y buscar su futuro en formación mientras aquí, ya les digo, las prioridades son muy distintas y las consecuencias saltan a la vista a la cola de España y de Europa en formación mientras se nos hace imposible alcanzar el 5% del PIB para Educación pero salen millones de debajo de las piedras para más piche.

En fin, este es el panorama, Santiago Pérez y los podemitas o los ecosocialista de Sí se Puede (que con se hacen un lío tremendo con los nombres y demás) han dicho que sí al piche mientras por otro lado te salta Román Rodríguez que si los trenes son la solución. Sí, noticia de ayer también en este país del disparate. ¿En qué quedamos? ¿Trenes o más autopistas por todas partes? Hombre, en fin, cabría esperar que primero planificaran lo que quieren hacer, con qué objetivos y a qué coste y, en una fase posterior, se dedicaran a anunciar proyectos que sí, como en el caso de la vía exterior, o la segunda fase de la vía exterior para Santiago Perez (que nos toma el pelo con lo de que irá sobre una antigua carretera con la que curiosamente su obra no coincide en ningún tramo, abajo está el plano); obviamente van a suponer la desaparición definitiva de esa barrera casi infranqueable que había conseguir imponer Pedro Molina a la ocupación de suelo rústico en el entorno de El Rodeo para más carreteras.

¿Que Coalición Canaria –hoy denigrada hasta por los constructores que están más contentos con los ecosocialista de después del sillón- lo hubiera hecho mejor? Pues hombre, entiendo que no aunque se suponía que la cosa iba por el Bus-VAO con el voto del PSOE también, pero que si se hubieran desmarcado con esta propuesta del segundo tramo de la vía exterior o como quiera llamarlo don Santiago, sin la más mínima duda, al día siguiente el ecosocialismo hubiera puesto fecha a la movilización ciudadana para pararlo. A eso pónganle el cuño, con Santiago Pérez en la pancarta de la cabecera también agarrando la foto de Pedro Molina y a lágrima viva. Y esa es, básicamente, la sutil diferencia que separa a la situación anterior de las circunstancias actuales y la que, como es lógico, tiene a los constructores y a los vendedores de coches tan contentos para desgracia del interés general que debía ir, justamente, en sentido contrario como en la Europa a la que tanto nos gusta equipararnos cuando resulta que, al fin y al cabo, estamos unos cuantos miles de kilómetros más cerca del continente africano que de cualquier otro sitio.

En fin, esos son los hechos constatables a día de hoy, sin dramas de ningún tipo porque en caso nuestro tampoco hemos considerado nunca que la Vega de La Laguna merezca más protección que los altos de El Tanque, el Pinar de Chío (hoy en día historia), el Valle de Santiago del Teide o los altos de Icod con El Amparo y demás junto a El Chinyero que ya fueron tocados por el piche cuando había otras alternativas que ni se plantearon. Las mismas básicamente que proponía Fernando Sabaté, gurú del ecosocialismo canario hasta días antes de ocupar sillón en el pleno del Cabildo de Tenerife donde poco después se desmarcó apoyando otro tramo más impactante todavía del anillo insular, y más caro, sin ponerse ni mínimamente colorado. ¿Les mereció la pena tanta mentira para recoger unas migajas de aquí y de allí en forma de cargos? Hombre, cuando han dado el salto al vacío que representa meterle mano a las tierras de labranza que juró defender con su propia vida el malogrado Pedro Molina (ahora es su hijo el que ha entrado en el desasosiego más absoluto porque sembró trigo y no encuentra la forma de venderlo a un precio medianamente justo) pues entiendo que sí, aunque en absoluto les arrendaría las ganancias a estos personajillos.

jjafonso

Santiago Pérez dice que esa raya amarilla más gruesota que va paralela al aeropuerto circula sobre una antigua carretera. Para mí que se han vuelto locos o nos toman por idiotas. Lo más impactante de la vía exterior es justamente a lo que le han dado el sí.

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Si Pedro Molina levantara la cabeza…

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